jueves, 10 de septiembre de 2009

º♥º♥ºReFLexIoNº♥ºº

♥º♥ºnO Seº♥º♥º


No sé qué extraña fuerza me hizo crearte, no sé qué clase de luz tenía en los ojos cuando te miré.

No sé que milagros inventé en tu persona, ni cuántas cosas que nunca tuviste hice nacer en ti.

No sé cómo a la vulgaridad de tu amor le puse tantas estrellas, y a la pequeñez de tu cariño tantos ropajes, y a lo gastado de tus palabras tantas rosas… no sé.

De mí misma venían la profundidad y la claridad. El perfume yo lo daba, y engañaba al corazón para que creyera que lo recibía.

Sin talla de grandeza, te hice gigante y te hice vivir un cielo inmenso en la mínima capacidad de tu corazón.

Te hice mago, sueño, prodigio, hasta poeta. Por eso no sales de tu asombro, viendo que el olvido se me hace tan largo, y tan porfiadas las lágrimas y tan tenaz el recuerdo.

Viendo lo que pudiste ser y no eres, y lo peor, que no lo serás nunca, porque el perfume lo conoce el que sabe aspirarlo, el cielo lo escudriña el que sabe recorrerlo, y el amor lo domina el que sabe sentirlo.

Podrías haber sido hombre de un pequeño tiempo, de un dulce beso, de una tibia estrella, de un puñado de ilusiones.

Pero no eres hombre para mi hazaña, ni hazaña para la medida de mi amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario